MATRIMONIO DE PIAZZA - VAZQUEZ
Que seamos felices
“En un nuevo modelo de país, que apuesta al respeto del principio de igualdad como base fundamental de las relaciones humanas, no podemos estar ajenos y dejar de sentirnos parte de la emotividad que despierta esta etapa de su vida personal.”
Por María Rachid - Presidenta de la Federación Argentina de Lesbianas Gays Bisexuales y Trans

No fue el saludo de una organización de lesbianas, gays, bisexuales y trans, tampoco de los sectores de izquierda o el socialismo, históricamente comprometidos con el respeto a la diversidad sexual. Inédito en materia de derechos lgbt en nuestro país: era el saludo de una organización oficialista, en nombre de la Presidenta de la Nación.
La fiesta de casamiento de Roberto Piazza y Walter Vázquez fue mucho más que una fiesta, mucho más que un casamiento. Fue hacer público lo que esta sociedad ha relegado a la intimidad de lo privado. Más que lo privado, lo encerrado en un closet.
Las parejas del mismo sexo ya existimos, así como existen las familias homoparentales… pero los debates sobre nuestros derechos a veces muestran una negación de esa realidad que llega al disparate: “Los/as gays y lesbianas deberían poder formar una familia y tener hijos/as?” Con todo respeto, y cariño, pero… ¿Quién les preguntó? Nuestras familias ya existen y muchas de ellas tienen hijos/as… hace muchos años. No estamos solicitando autorización, ni un permiso especial… lo que queremos es los mismos derechos, las mismas obligaciones, con los mismos nombres. Para nosotros/as y para nuestros hijos/as.
Eso fue la fiesta de Roberto y Walter. Miren: nos casamos, somos una familia hace 9 años. Y lo hacemos público, ni más ni menos público de lo que lo hace cualquier pareja heterosexual… de famosos, pero con la generosidad de plantear un debate que nos debemos en Argentina: ¿somos todos iguales ante la ley?
En la fiesta había todo lo que hay en una fiesta de casamiento: comida, bebida, una hermosa ceremonia, música, diversión. La presencia de Julia Zenko, Patricia Sosa, Ana María Giunta, Moria Casán y algunos/as funcionarios/as como María José Lubertino, Presidenta del INADI, no sólo mostraban parte de los afectos de la pareja, sino la adhesión a una causa, el trasfondo social y político: los derechos que faltan.
“Felicitaciones a ambos, les digo como Senador de la Nación pero principalmente como ser humano, esposo y padre… Es necesario construir una sociedad para todos… A veces uno comete el error de no participar activamente de algunas causas y permite que las únicas voces que se escuchen sean las de las personas que censuran, marginan y lastiman. Somos más las personas que entendemos esto que las que no”, expresaba el Senador Fabio Darío Biancalani del Frente para la Victoria, en una emotiva carta enviada a los novios que se leyó en el escenario de Amerika.
No se hizo realidad la tan esperada presencia de la Presidenta de la Nación, pero sí llegaron sus palabras: “Que seas feliz, es lo que importa. PD: Walter también. Cristina” en un portarretratos que enmarcaba su foto, con el sello de Presidencia de la Nación.
“Que seas feliz.” Si ese es el deseo de la Presidenta, estamos seguros/as de que muy pronto se aprobarán las leyes que nos garanticen la igualdad jurídica consagrada en la Constitución Nacional. Porque la base de la felicidad es el respeto de los derechos humanos básicos: la igualdad jurídica, entre ellos. Que sean felices, entonces, Walter y Roberto, muy felices, muy pronto.
Imagen: El ex cura Alejandro Soria dio el toque religioso a la unión entre Piazza y Vázquez. | Cristian Welcomme - Revista Noticias
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Roberto Piazza y su pareja pasaron por el registro civil
El diseñador de moda formalizó su relación, de una década, con Walter Díaz. De la unión civil, que se llevó a cabo en el barrio porteño de Recoleta, participaron la titular del INADI y militantes por los derechos de la comunidad homosexual.
Noticia aparecida en Clarín - 10-09-2008 : Enlace
Tras diez años juntos, el diseñador de moda Roberto Piazza y su pareja, Walter Díaz, dieron el sí. Este mediodía, los novios formalizaron su relación y celebraron su unión civil en el barrio porteño de Recoleta.
Antes de entrar al registro civil, el modisto habló con los periodistas que se encontraban en el lugar y dio rienda suelta a sus emociones. "A este día llego muy contento y muy feliz", contó y reivindicó la unión como "una lucha social y absoluta par todos los seres humanos".
Eufórico, afirmó que el de hoy es "un día histórico para el INADI y para la lucha contra la discriminación". En este sentido, señaló que trabajará junto con la presidenta de este organismo, María José Lubertino, (quien asistió a la unión) "para que salgan más leyes" que reconozcan los derechos de las parejas homosexuales.
En tanto, Walter Díaz destacó que se está "avanzando" en materia de derechos y adelantó que en el casamiento iban a estar presentes los dos primeros hombres que obtuvieron la pensión por viudez para parejas gay, que entró en vigencia semanas atrás.
Por su parte, Lubertino consideró "muy importante que dos personas conocidas conviertan esto (su unión) en un acto político también".
Roberto Piazza se casó con el bailarín Walter Díaz
Una boda con espíritu militante
Firmaron la unión civil rodeados de prensa y amigos. Entre ellos estaban la titular del INADI, María José Lubertino, Moria Casán y Ana María Giunta. Se viene una fiesta con 1.600 invitados. Dicen que hasta podría ir Cristina Kirchner.
Nota publicada en el Diario Crítica - Sección Sociedad - 11-10-2008: Enlace
Todos felices. Piazza, su pareja, la Lubertino, los titulares de la CHA, la prensa y la tarjeta que los novios cursaron a los invitados.
Después de nueve años de noviazgo, Roberto Piazza finalmente dijo sí. Vestido con un traje italiano de Matices –camisa de lino rayada, corbata negra– casi no pudo contener la euforia al firmar la unión civil con el coreógrafo y bailarín Walter Díaz. “Estoy feliz porque también lo vivo como parte de una lucha social”, dijo el modisto de la lengua desatada antes de entrar al CGP de Uriburu 1022, en plena Recoleta.
Los testigos fueron dos amigos íntimos de Piazza y dos referentes de la comunidad gay: César Cigliutti, de la CHA, y la legisladora María Rachid. Los dos con sus respectivas parejas, claro. Pero, como corresponde a un personaje ajeno al perfil bajo, algunos amigos famosos estuvieron ahí. Como Ana María Giunta, que oficiará de madrina en la ceremonia religiosa encabezando un batallón: Moria Casán, Beatriz Salomón, María José Lubertino, la madre de Walter y el hermano de Roberto, Raúl Piazza.
“Fue una ceremonia magnífica, superó mis expectativas. Lo de hoy marcó un hito en la historia de nuestro país, ya que es una pareja mediática. Habría que tomarlo como ejemplo, dejar de ser hipócritas y asumir que las personas tienen derecho a elegir libremente su sexualidad, a formar una familia y vivir plenamente”, predicó Giunta.
Lubertino, un poco en carácter de presidenta del INADI y otro poco como amiga, estuvo a cargo de un breve discurso en el que declamó: “Tenemos que seguir luchando para que se establezcan leyes que reconozcan los derechos de los homosexuales”. Aplausos y abrazos antes de partir a la gran comilona en Puerto Madero, seguida de la revelación de un sorprendido Walter: “No pensábamos que iba a tener tanta repercusión. Recibimos dos llamados que nos sorprendieron: uno del secretario de la Presidenta, que nos dijo que posiblemente Cristina venga a la fiesta, y otro desde España, de un agente de prensa de Zapatero, felicitándonos y brindando por el avance para nuestro país. Desde lo personal, la reafirmación de nuestra relación. La parte social y política es un paso, un gran avance”.
Ahora, el país entero –bueno, por ahí suena exagerado– espera la ceremonia religiosa en la que el pastor Alejandro Soria de la Iglesia Metropolitana bendecirá la unión en una capilla armada dentro del mítico boliche Amérika, donde se hará la fiesta. La gran fiesta. Ésa que promete estar a la altura de la del Diego, de Su o de Gravier-Mazza. Habrá mil seiscientos invitados –entre ellos, tal como dijo Walter, hasta podría estar CFK– y un catering hollywoodense: comida árabe, sushi, pescados ahumados y delicatessen varias.
Y para que la fiesta sea inolvidable no revivirán a Peter Sellers, pero prometieron transformistas, un show del caño a cargo de Gabriela Figueroa, la coach de ShowMatch, y Patricia Sosa, para deleitarlos con voz engolada.
También se anuncia que un equipo de wedding planners convertirá al boliche en un paraíso de flores, con más de 2.000 lililums, rosas blancas, hiedras y otras yerbas, y que Piazza, que no deja puntada sin hilo, matará dos pájaros de un tiro: va a presentar su autobiografía, Corte y confesión, frente a su público cautivo (que por cortesía deberá comprar su ejemplar, ¿no?). Marcela Tinayre podría ser la presentadora sorpresa.
“Más allá de la frivolidad de la fiesta, a Walter y a mí nos interesa resaltar la vigencia de las uniones legales entre personas del mismo sexo; y, a la vez, llamar la atención e impulsar la igualdad de derechos para que hacer posible un paso más: el matrimonio con todas las de la ley”, concluyó un Piazza militante y, ahora, con alianza en el dedo.
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